AUDI CROSSLANE COUPÉ CONCEPT

El sistema de fabricación según el principio Multimaterial Space Frame del compacto Audi crosslane coupé combina tres materiales: aluminio, material plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y material plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP).

El Audi crosslane coupé tiene un interior con una configuración de 2+2 plazas. Mide 4,21 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,51 metros de alto, y presenta una batalla de 2,56 metros. La carrocería transmite una imagen robusta y llamativa, y deja vislumbrar ya el lenguaje de formas de una futura generación de modelos Q de Audi.

El frontal está dominado por la parrilla Singleframe, dividida en varios segmentos mediante barras. Su pronunciado marco está integrado en la construcción Multimaterial Space Frame como elemento portante.

Los faros trapezoidales se sirven de la tecnología de faros LED Audi Matrix. Pequeños diodos luminosos, controlados individualmente, generan todas las funciones de iluminación, mientras que los micro-reflectores permiten un posicionamiento preciso. El paragolpes integra grandes entradas de aire con una superficie en su mayor parte lisa. Dos aberturas estrechas en el capó del motor dejan a la vista los soportes de aluminio superiores del Multimaterial Space Frame.

En los laterales dominan los bordes horizontales sobre las ruedas. La baja franja acristalada acaba en un montante C fuertemente inclinado, subrayando así el carácter deportivo del Audi crosslane coupé. Las puertas están sensiblemente desplazadas hacia abajo; el principio de construcción Space Frame permite taloneras muy bajas.

En la trasera, los grupos ópticos traseros varían el motivo de los faros delanteros; la junta del portón trasero los divide en dos segmentos. El paragolpes, cuya parte inferior se ha realizado en CFRP, integra un difusor de aluminio que se extiende hacia arriba. La pieza del techo está compuesta por dos capas de CFRP y apenas pesa 10 kg. El conductor y el acompañante pueden activar un sistema eléctrico para liberar sus anclajes, extraerla de la estructura de la carrocería y encajarla sobre el maletero.

El diseño interior del Audi crosslane coupé recoge el testigo del lenguaje de formas del exterior, con sus figuras geométricamente claras. Las reducidas cotas de separación y las superficies tridimensionales son un reflejo del alto estándar de calidad sin concesiones propio de Audi.

El material dominante en el interior del Audi crosslane coupé es el CFRP. Los elementos de aluminio también se emplean recurriendo a diferencias sutiles. La mayoría presentan un pulido brillante, aunque los difusores de aire se componen de una aleación ligera de metal negro anodizado. El suelo del vehículo está compuesto de material plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP) e integra superficies de un material para suelos novedoso: gruesos cordones van entretejidos con hilos de goma formando una alfombrilla robusta.

Tapicerías de diferentes calidades donde predomina la piel semianilina. Como elemento de contraste se utiliza el cuero negro Velvet, que presenta una superficie robusta, ligeramente áspera, que recuerda al ante.

El maletero va unido a los respaldos de los asientos traseros, que se a su vez están separados de la superficie de asiento. Pulsando un botón toda la unidad se desplaza eléctricamente unos 40 cm hacia delante, y se hace accesible un segundo nivel situado bajo el piso, que alberga un portaobjetos de altura reducida para objetos sucios o mojados.

El conductor y el acompañante van sentados en asientos deportivos de regulación eléctrica con reposacabezas integrados. La consola central integra una gran palanca de selección que emerge eléctricamente al arrancar el vehículo; con dicha palanca se gestiona el sistema de propulsión híbrido. En los radios del volante están ubicados los mandos que permiten al conductor controlar la mayoría de las funciones utilizando los pulgares.

El cuadro de instrumentos se orienta marcadamente hacia el conductor. Los reguladores para la climatización integran pequeños displays. Los indicadores virtuales del cuadro de instrumentos se pueden conmutar en dos niveles, y un powermeter indica los diferentes regímenes del sistema de propulsión.

El sistema de propulsión híbrido enchufable del Audi crosslane coupé, denominado híbrido Dual Mode, resulta tan innovador como eficiente. Está compuesto por un motor de combustión, dos motores eléctricos y una transmisión de una sola relación, con una potencia total de sistema de 177 CV (130 KW). El Audi crosslane coupé acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos, y en modo exclusivamente eléctrico lo hace en 9,8 segundos. La velocidad máxima es de 182 km/h. El consumo de combustible se sitúa de media en tan sólo 1,1 litros a los 100 km, con unas emisiones de CO2 de 26 g/km. La batería de iones de litio garantiza, con sus 17,4 kWh, una autonomía eléctrica de aproximadamente 86 km.

Como motor de combustión se emplea un tres cilindros TFSI con una cilindrada de 1,5 litros desarrollado específicamente, que rinde 130 CV (95 KW) de potencia y 200 Nm de par motor. Este motor está conectado a un motor eléctrico (EM 1) que actúa principalmente como motor de arranque y alternador, aunque también puede hacerlo como un motor eléctrico generando una potencia de 68 CV (50 KW) y un par motor de 210 Nm. De la tracción eléctrica se encarga el segundo motor eléctrico (EM 2), que ofrece una potencia de 116 CV (85 KW) y 250 Nm de par. La transmisión brinda la posibilidad de acoplar el motor de combustión y el alternador con el resto del grupo motopropulsor mediante un embrague.

El concepto híbrido Dual Mode ofrece diferentes modos de funcionamiento. En un intervalo de velocidad de 0 a 55 km/h, de la propulsión se encarga exclusivamente el motor segundo motor eléctrico (EM 2), que toma la energía necesaria de la batería. En el modo de funcionamiento en serie, el motor de combustión y el alternador (EM 1) generan energía eléctrica para apoyar, reducir la carga de la batería o sustituirla en caso de que se agote.

En el desplazamiento eléctrico se puede alcanzar una velocidad máxima de 130 km/h. Aproximadamente a partir de los 55 km/h, el sistema de propulsión permite acoplar el motor TFSI y el alternador con el grupo motopropulsor -en este sistema de propulsión híbrido, los motores se pueden combinar en virtud de un grado de eficacia óptimo y de un rendimiento máximo-. Cuando se superan los 130 km/h, de la propulsión pasa a ocuparse principalmente el motor de tres cilindros, que en caso necesario recibe apoyo del motor EM 1, en este caso funcionando como motor eléctrico.

Se puede elegir entre una configuración cruise o la configuración race.

Modo cruise prioriza la conducción eléctrica, y el conductor no percibe ni procesos de cambio ni el arranque del motor. Cuando el motor TFSI está en marcha, adapta permanentemente su régimen a la velocidad a la que se circula. El alto grado de eficacia de la transmisión brinda al sistema de propulsión híbrido Dual Mode una elevada eficiencia, sobre todo en el tráfico urbano.

28-09-2012 Agustín Conde

20 años a los mandos
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