CITROËN,PROTAGONISTA DE LA FIEBRE DE LOS “FOOD TRUCKS”

Hablar de la marca Citroën es hablar del universo ‘foodie’. Ahora, la gastronomía, al igual que Citroën, no se queda dentro de cuatro paredes. Con el concepto de los ‘food truck’, los restaurantes salen a la calle y a la carretera, el mismo escenario en el que Citroën lleva paseando su revolución desde 1919. El reciente fenómeno de los ‘food trucks’ ha encontrado en el Citroën H el mejor aliado.

Desde sus inicios, Citroën es una marca humana, inteligente, optimista. El Citroën C4 Cactus representa mejor que nadie esta filosofía: un modelo revolucionario, con un diseño innovador y diferente a lo conocido hasta el momento, altamente tecnológico y eficiente. Cualidades que pueden servir para definir, también, la experiencia culinaria.

Tradicionalmente limitadas a ámbitos domésticos o a establecimientos con más o menos estrellas y tenedores, la cocina y la gastronomía piden paso. En una época en la que los grandes chefs son personalidades populares, los programas de cocina lideran las audiencias y sus avatares consiguen ser “trending topic” en las redes sociales era cuestión de tiempo que los amantes de los fogones y la buena mesa tomaran las calles a bordo de unos vehículos revolucionarios: los ‘food trucks’, que ya tienen, incluso, su propio espacio en la televisión.

La marca apoya esta nueva tendencia patrocinando el Citroën Plateselector Food Tour, la primera gira de ‘food trucks’, que está recorriendo toda España llevando la gastronomía y la experiencia “gourmet” a las plazas de las principales ciudades del país. Sus escalas están siendo un éxito de público y han contado con la presencia de chefs reconocidos, como Daniel Yranzo o Aitor Arregi, que no han dudado en subirse a estos peculiares vehículos para cambiar sus selectos restaurantes por la experiencia de ofrecer una comida asequible y de calidad en plena calle.

Citroën H: a la última desde 1947

El veterano furgón Citroën H, también conocido como Tipo H o HY, se ha convertido en una de las opciones más populares para crear estos restaurantes sobre ruedas. Su diseño único, su versatilidad y sus capacidades de transformación lo hicieron omnipresente en las carreteras y las calles de toda Europa durante sus más 35 años de vida comercial. Ahora, son sus puntos fuertes para ser el abanderado de la revolución de los ‘food trucks’.

Para hablar de este modelo, hay que referirse a las innovaciones de dos vehículos en los que se lanzaron elementos que actualmente consideramos imprescindibles en los automóviles actuales: el Citroën Traction Avant y el Citroën TUB.

En 1934, con el Citroën Traction Avant, llegaban a los vehículos de gran serie innovaciones como la tracción delantera, la carrocería autoportante monobloque sin chasis independiente, la suspensión con barras de torsión en ruedas independientes, los frenos hidráulicos… elementos que son habituales en los automóviles que se conducen actualmente pero que supusieron un gran salto tecnológico. Fiel a su filosofía de democratizar los avances técnicos, la marca empezó a estudiar cómo trasladar estas novedades al universo de los vehículos comerciales. De estos trabajos surgió el Citroën TUB, lanzado en 1939 y considerado como el primer furgón moderno.

Con la tracción delantera, lanzada sólo 4 años antes, se libera totalmente el espacio que hay detrás del motor, lo que hizo posible un espacio de carga inmenso, para las dimensiones de este automóvil, y totalmente plano. Otra de sus innovaciones fue la puerta lateral deslizante, que hacía mucho más fácil la carga y la descarga. Pocos meses después de su lanzamiento estallaba la Segunda Guerra Mundial, con lo que se paralizó su fabricación y comercialización, como sucedió con el resto de la gama Citroën.

En 1947 empezó la fabricación del Citroën H, que añade la estructura monocasco a las innovaciones del TUB. Su motor y su caja de cambios estaban situados en el voladizo delantero, con lo que se aprovechaba al máximo el espacio de carga. La chapa ondulada, además de darle un aspecto inconfundible, daba más rigidez a su carrocería. Unida a su parte trasera prácticamente cúbica, permitía multitud de transformaciones: desde instalar una puerta lateral deslizante hasta habilitar una cocina totalmente equipada, como se hace actualmente en los food trucks. Todos los furgones actuales son una versión modernizada de este modelo, que se lanzó en España en 1962. Dejó de fabricarse en 1982. Su carácter práctico, su robustez y su excepcional comportamiento en carretera lo convierten en un vehículo ideal para devorar kilómetros ofreciendo, de plaza en plaza, lo mejor de la gastronomía.

 

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