EL ALTERNADOR PIEZA FUNDAMENTAL EN EL FUNCIONAMIENTO DE SU VEHÍCULO

El alternador (o dínamo) tiene como objetivo convertir la energía mecánica en eléctrica alterna, distribuyendo la corriente eléctrica por las diversas partes del vehículo que lo requieren (encendido, luces, etc.) y posibilitando también la carga de la batería.

El mismo está construido en base al principio que, un conductor sometido a un campo magnético variable crea una tensión eléctrica inducida.

Así pues, las partes básicas de un alternador son: rotor, estator, puente rectificador y escobillas.

También se encuentra el regulador, que como su nombre lo indica, tiene como función regular la tensión resultante de las diferencia en el giro del motor. Si bien el regulador puede estar integrado al alternador también puede estar fuera de él. Su funcionamiento es alimentar el rotor con diferente tensión modificando así el campo magnético y logrando la regulación de la tensión producida por las bobinas.

Alternador y frenos

En motores diesel, los alternadores poseen además una bomba encargada de generar el vacío requerido por el servofreno. Esto se obtiene de la admisión en los motores a gasolina, pero en los motores diesel no es posible, por lo que se recurre al alternador para generar vacío mediante la bomba de vacío.

El rotor gira y genera un campo magnético según la tensión que se le brinda por las escobillas, las cuales hacen posible el pasaje de tensión al rotor a pesar de su movimiento giratorio. El rozamiento de la escobilla con el rotor provoca el lógico desgaste de éstas, que se va compensando por la acción de un muelle que las va aproximando a medida que se gastan. Al culminar su vida útil ya no es posible esta solución debido al desgaste total sufrido y se hace necesario remplazarlas por nuevas.

El estator está constituido por tres bobinas conectadas en estrella y tres salidas que generan corriente trifásica, siendo así el encargado de generar la tensión de salida.

Problemas típicos de los alternadores

Escobillas desgastadas

Como lo explicamos anteriormente, el rozamiento provoca un desgaste irreversible con la única solución de recambiar las viejas escobillas por escobillas nuevas. Los síntomas suelen ser una disminución progresiva de la tensión, detectándose saltos en el amperímetro. Desde hace ya varias décadas cambiar las escobillas es algo sencillo, ya que no es necesario desarmar el alternador sino simplemente desmontar una tapa y cambiarlos.

Rotor dañado

Un daño en el rotor provoca una baja de tensión o tensión nula. Es necesario corroborar que el colector no esté dañado y que la bobina no tenga fugas de tensión al rotor. Para alternadores de 24V la resistencia correcta es de 18,8-19,2 ohmios si poseen regulador externo, mientras que para los de regulador incorporado es de 8,8-9,2 ohmios.

Daños en puente rectificador

El puente rectificador es el encargado de convertir la corriente alterna en continua y está formado por diodos. Si algunos de estos diodos sufren fallas, provocarán fallos en la tensión, no convertirán adecuadamente la corriente e incluso la desaparición total de la tensión.
Un diodo básicamente conduce la electricidad en una dirección mientras que no le permite pasar en el sentido opuesto.
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