LOS NEUMÁTICOS DEL GRAN PREMIO DE MÓNACO

Los neumáticos P Zero rojos superblandos de Pirelli hacen su debut en 2014 en Mónaco, junto con los amarillos blandos, ya usados en tres de las cinco carreras celebradas hasta ahora. Debido a que Mónaco tiene la velocidad media por vuelta más baja del año, así como las curvas más lentas de la temporada, los vehículos confían casi enteramente en el agarre mecánico en lugar del aerodinámico – tan sólo generado por los neumáticos. Un neumático de calentamiento rápido es esencial para permitir que los compuestos ofrezcan la máxima adherencia tan rápido como sea posible. Otro reto añadido es la superficie resbaladiza de este circuito urbano, con el mobiliario habitual que se encuentra en este tipo de trazados, como líneas pintadas, tapas de alcantarilla y baches. Parte del circuito ha sido reasfaltado este año, a la salida del túnel.

Paul Hembery (Responsable de Pirelli Motorsport): “Mónaco es, obviamente, una carrera de referencia para todos los involucrados en la Fórmula Uno, con una atmósfera única y un desafío especial que no tiene comparación en ningún otro lugar. Los neumáticos superblandos harán su debut en Mónaco, diseñados para mejorar su durabilidad gracias a los nuevos compuestos y construcciones 2014. El desgaste y la degradación es tradicionalmente muy baja en Mónaco, por lo que es posible hacer la carrera con una sola parada en boxes. Sin embargo, esa no es siempre la forma más rápida, por lo que la estrategia siempre juega un papel importante, especialmente si tenemos en cuenta que Mónaco es una pista dónde es muy difícil adelantar. Esto aumenta también la importancia de la calificación. Cualquier estrategia de carrera tiene que ser flexible, ya que hay una alta probabilidad de que aparezca un coche de seguridad en un circuito tan estrecho, por lo que la clave del éxito será, de nuevo, realizar una correcta lectura de la carrera para hacer uso de las oportunidades potenciales a medida que van apareciendo.”

Jean Alesi (Embajador de marca Pirelli): “He corrido en Montecarlo doce veces y comprendí de inmediato que la diferencia la marca el piloto. Siempre recordaré mi primera carrera allí, en 1990 con el Tyrrell -Ford con neumáticos Pirelli, dónde tenía muy buen ritmo y pude terminar sólo un segundo por detrás de Ayrton Senna, quién ganó la carrera. Al año siguiente me subí de nuevo al podio: tercero con Ferrari, justo detrás de Senna y Nigel Mansell. Mónaco es un circuito que recompensa la puesta a punto del vehículo y la habilidad, en lugar de la potencia del motor. Se requiere todo el downforce que pueda obtenerse en las curvas, que ocupan casi los 3,3 kilómetros del circuito. Los neumáticos son, evidentemente, muy importantes. La entrada en escena del superblando implica que los coches serán capaces de aprovechar al máximo su rendimiento. La pista en Mónaco evoluciona mucho a lo largo del fin de semana, ya que la superficie está sucia el jueves, y se debe esperar que la pista esté más engomada el sábado antes de ver tiempos significativos. La estrategia va a ser interesante: creo que un juego de superblandos frescos al final de la carrera podría hacer una enorme diferencia.”

El circuito desde el punto de vista del neumático:

Mónaco tiene un formato único: los entrenamientos libres se celebran el jueves y se descansa hasta el sábado, mientras que el viernes por la tarde la pista está abierta al tráfico general. Esto afecta el patrón habitual de la evolución de la pista, ya que la goma que se deposita el jueves desaparece durante el viernes, jornada en la que el tráfico normal arrastra suciedad y residuos sobre la superficie.

Las salidas de las curvas lentas que caracterizan Mónaco implican un riesgo constante de sobregiro de los neumáticos. Este riesgo se incrementa este año debido al par extra de los motores turbo, así que será vital evitar los derrapes de neumáticos.

Debido a que el agarre mecánico tiene más influencia que el agarre aerodinámico, conseguir que los neumáticos trabajen en el rango óptimo de funcionamiento y se mantengan ahí es esencial. Un estilo de conducción consistente y suave, con un neumático de calentamiento adecuado es vital para lograr este objetivo.

El neumático superblando es un compuesto de bajo rango de trabajo, capaz de lograr un rendimiento óptimo incluso a bajas temperaturas. El neumático blando es el compuesto con un rango de trabajo alto, apto para altas temperaturas y condiciones de la pista más exigentes. El tiempo en Mónaco puede ser variable.

Es extraño que la carrera en Mónaco se gane saliendo más allá de la primera fila de la parrilla, siendo muy importante la calificación. Sin embargo, incluso los coches más rápidos pueden quedar atrapados en el tráfico en los estrechos límites de la pista, por lo que es importante encontrar una ventaja que permita lograr un buen ritmo.

Nico Rosberg, de Mercedes, ganó el año pasado, tras haber logrado la pole. Se adjudicó la victoria con una estrategia de dos paradas (superblando – superblando- blando), pero la carrera se vio afectada por dos períodos de coche de seguridad que, de hecho, otorgó a los pilotos libertad de paradas.

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