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En el Salón de Detroit, se presentan tres versiones: una totalmente eléctrica, otra híbrida y una con pila de combustible de hidrógeno.
El punto de partida es el BlueZero E-cell, encaminado por un generador eléctrico de 136 CV y 320 Nm que bebe de unas baterías de ion litio. En este punto el BlueZero ya permite circular durante unos 100 kilómetros con una sola carga de sus acumuladores, si bien tiene la ventaja de recargarse completamente en unas 2 horas. Evidentemente no sirve para viajes largos pero estaría más bien pensado para movimientos por ciudad o dentro de una pequeña región.
La segunda versión, se denomina E-Rev (vehículo eléctrico de autonomía extendida), o también denominado E-Cell Plus, que añade al anterior modelo un pequeño propulsor a gasolina, concretamente un tricilíndrico turbo similar al que ya está presenta el Smart Fortwo. Maneja una autonomía de alrededor 600 kilómetros.
La última versión es el BlueZero F-Cell, formado por una célula de combustible que transforma el hidrógeno en electricidad, por lo que sería una fuente de energía añadida al E-Cell. Las prestaciones son lógicamente similares a las del vehículo eléctrico pero la autonomía es mayor. Mercedes no aporta los datos concretos pero compara esta opción con la del turbodiésel de 2.0 litros y 140 CV que equipa el B200 CDI.
En lo referente a su diseño, la zona frontal guarda ciertos parecidos con el concept car Fascination, mientras que en la parte posterior, Mercedes rompe con todo lo anterior. Sus dimensiones son muy similares al modelo Clase B. Respecto al diseño exterior, las formas anguladas dan un estilo futurista muy marcado en toda la carrocería. En su interior nos encontramos un diseño muy elegante y claro.
