Suzuki Swace

Tecnología híbrida de Suzuki

El Swace es un modelo familiar de Suzuki que se incorpora desde ya a la gama de modelos del fabricante nipón. Es el segundo lanzamiento de esta marca que se engloba dentro del acuerdo entre Suzuki y Toyota para comercializar modelos conjuntos, cada uno con sus señas de identidad propia.

Así, el Swace es un calco casi exacto del Toyota Corolla Touring Sports, o sea un familiar, ranchera o station wagon, como se quiera llamarlo genéricamente. El Swace es igual que el Toyota, excepto en el frontal y en otros detalles dónde se imprime el carácter de la marca Suzuki. También se sitúa como el coche más grande que comercializa Suzuki en España.

Familiar con todas las de la ley

Por fuera mide 4,65 metros de longitud -segmento C- y tiene un maletero de 596 litros sin los asientos abatidos, lo que en la práctica está mucho más que bien. Si se abaten los asientos, además, se cuenta con un suelo plano muy útil también. Y si no se opta por la rueda de repuesto, hay un hueco debajo de la bandeja del suelo, esta reversible para tener una superficie de goma que se limpia muy bien, enorme para meter más cosas o bien llevarlas ocultas. Desde luego, el maletero cumple a la perfección su función, y no lo es lo único de este coche destacable. El portón ofrece también un excelente hueco que da acceso al maletero.

Es un coche híbrido, de hibridación ligera. El motor de combustión de gasolina cúbica 1,8 litros de cilindrada de 98 caballos de potencia. A su lado, otro eléctrico de 53 kW o 72 caballos y que, en conjunto, ofrecen oficialmente 122 caballos. Es la única posibilidad de motorización en que se ofrece el Swace. El cambio, también único, es automático. La batería es de iones de litio.

Dinámicamente

En marcha, el Suzuki Swace destaca por una gran comodidad, y a la vez por una gran calidad percibida no solo al tacto. Se nota que todo está bien hecho, y no hay ni ruidos extraños ni desajustes visibles de ningún tipo, al menos que hayamos notado. Es un coche agradable desde el primer momento de sentarse a sus mandos o en cualquier de las otras plazas.

Conducción placentera

Con una potencia de 122 caballos y un cambio tranquilo, el confort de marcha es muy alto. No se trata de un coche de altas prestaciones ni se pretende. Pero es más que suficiente para una muy buena conducción si no se busca deportividad de ningún tipo.

El gasto medio de combustible oficial es de 4,5 litros y el comportamiento es también otro punto a destacar por su gran estabilidad y, especialmente, la sensación de control en todo momento. Se nota aquí también muy bien hecho.

En los kilómetros que pudimos conducirlo, el consumo se acercó bastante a lo anunciado, y sin practicar ni mucho menos una conducción en busca de la máxima eficiencia del tanque de combustible. El cambio automático es suave y a la vez conservador, pero en ningún momento defrauda y creo que casa perfectamente con el carácter de este coche.

Al ser un híbrido, se beneficia de esas cualidad en las ciudades, y propone varios modos de conducción a golpe de botón. Al lado del cambio hay un botón/palanca para seleccionar tres modos, que son Normal, Eco y Sport y, claro está, permite en el modo EV moverse en puramente eléctrico unos kilómetros si somos cuidadosos con el pie del acelerador.

Dos acabados, excelente equipamiento y desde solo 23.345 euros

Suzuki no complica las cosas a los posibles compradores de este modelo. Por un lado, la gama se articula en solo dos acabados. El GLE y el GLX, de menor a menor nivel de equipamiento. Desde el primero, las llantas de 16 pulgadas, los faros leds, el freno eléctrico y muchas cosas más, son de serie.

El acabado GLE cuesta 23.545 euros con al promoción de la marca, mientras que el GLX, que a lo que ofrece el GLE incluye el arranque sin llave o los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, entre otras cosas, cuesta 25.350 euros. En cualquiera de los casos, nos parecen precios muy interesantes para el tamaño, aspecto, prestaciones, consumos, conducción y calidad general de este coche.

Además de los siete colores en que está disponible, entre sólidos y metalizados, no es menos destacable las ayudas a la conducción que el Swace-Safety Sense-, como tantos otros coches, ofrece, aunque aquí también en buena cantidad. Cuenta con alerta de tráfico cruzado, frenado de emergencia, programador de velocidad, cambio involuntario de carril, detector de ángulo muerto, etc. En los dos acabados, lo único que es opcional es la pintura metalizada.

Dentro, el salpicadero cuenta con un cuadro de relojes de tipo LCD de 7” con mucha información a elegir, y en el centro del mismo, una pantalla táctil de 8 pulgadas que se hace notar enseguida, desde la que se controlan muchos elementos del coche, y claramente visible sin quitar la vista de la conducción. Un coche 100% recomendable.

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