EL COLOR DEL VEHÍCULO INFLUYE EN LA SEGURIDAD VIAL
By Prueba tu coche
1 enero, 2011
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El color de un vehículo suele relacionarse con la personalidad de quien lo conduce; de hecho, los gustos apuntan a tonos llamativos para modelos deportivos o de menor tamaño conducidos principalmente por personas jóvenes y colores más clásicos para vehículos familiares o de gama alta.
Ésta suele ser una de las razones por las que se cree que los colores fuertes, como el rojo o el amarillo, están implicados en mayor número de accidentes y tienen, por lo tanto, una prima de seguro más alta. Sin embargo, la mayoría de las compañías no tienen en cuenta la tonalidad a la hora de cobrar la póliza, sino otras variables como la edad, el sexo o la antigüedad del permiso de conducir. Además, coincide que el color más seguro, el plata, es también uno de los preferidos en las compras, seguido del gris y el negro.
Las estadísticas revelan que el color plata es el tono preferido en los nuevos modelos y el color más seguro en la carretera.
Factores en los que influye el color del vehículo
El color del automóvil es una de las características que más se considera al momento de adquirir un vehículo, puesto que la vida útil del mismo es de 12-15 años, es una elección que no suele dejarse al azar. Debe satisfacer a largo plazo, aunque la escogencia del color es un factor predominante según la personalidad de cada quien; se ha demostrado la preferencia de colores vivos (amarillo, verde o azul celeste) para los autos pequeños, de tonos negros o grises, “siempre metalizados”, para los vehículos de mayor tamaño y de colores llamativos (rojos o amarillos) para los deportivos.
Se considera que el color no es un factor que influye directamente en la seguridad vial, aunque puede reducir la posibilidad de que se produzca un accidente; recientemente estudios demostraron que ya se tenían certezas sobre cómo determinar a qué distancia percibe un automovilista a otro vehículo, ya que lo que dispara la atención del conductor no es el color sino el reflejo que éste emite. Es decir que el color incide pero “indirectamente”, ya que su capacidad de reflejar la luz es el ítem determinante.
Por lo tanto el color en el vehículo influye según el entorno y la iluminación, de manera que los autos rojos o amarillos resultarían más visibles en vías iluminadas, tanto por el día como por la noche, mientras que en ausencia de iluminación aumentarían el riesgo de siniestro. Lo contrario ocurriría con el color blanco, que es, además, uno de los tonos más económicos y frescos, frente a otros como el negro. Este último absorbe mayor cantidad de rayos de sol, con el consiguiente aumento de temperatura en el interior del vehículo.
Si en porcentajes hablamos según un estudio realizado en la Universidad de Auckland, EN Nueva Zelanda, con respecto al color del automóvil y el tema de la seguridad, pudieron diferenciar en los siguientes resultados las conclusiones obtenidas. El vehículo color plata resultó ser el más seguro, arrojando como resultado un 13%, el de color marrón 70%, el rojo 23%, amarillo 27%, azul 30%, blanco 33% verde 60% y el negro resultó ser el de mayor porcentaje dando como resultado 67%.
Ésta suele ser una de las razones por las que se cree que los colores fuertes, como el rojo o el amarillo, están implicados en mayor número de accidentes y tienen, por lo tanto, una prima de seguro más alta. Sin embargo, la mayoría de las compañías no tienen en cuenta la tonalidad a la hora de cobrar la póliza, sino otras variables como la edad, el sexo o la antigüedad del permiso de conducir. Además, coincide que el color más seguro, el plata, es también uno de los preferidos en las compras, seguido del gris y el negro.
Las estadísticas revelan que el color plata es el tono preferido en los nuevos modelos y el color más seguro en la carretera.
Factores en los que influye el color del vehículo
El color del automóvil es una de las características que más se considera al momento de adquirir un vehículo, puesto que la vida útil del mismo es de 12-15 años, es una elección que no suele dejarse al azar. Debe satisfacer a largo plazo, aunque la escogencia del color es un factor predominante según la personalidad de cada quien; se ha demostrado la preferencia de colores vivos (amarillo, verde o azul celeste) para los autos pequeños, de tonos negros o grises, “siempre metalizados”, para los vehículos de mayor tamaño y de colores llamativos (rojos o amarillos) para los deportivos.
Se considera que el color no es un factor que influye directamente en la seguridad vial, aunque puede reducir la posibilidad de que se produzca un accidente; recientemente estudios demostraron que ya se tenían certezas sobre cómo determinar a qué distancia percibe un automovilista a otro vehículo, ya que lo que dispara la atención del conductor no es el color sino el reflejo que éste emite. Es decir que el color incide pero “indirectamente”, ya que su capacidad de reflejar la luz es el ítem determinante.
Por lo tanto el color en el vehículo influye según el entorno y la iluminación, de manera que los autos rojos o amarillos resultarían más visibles en vías iluminadas, tanto por el día como por la noche, mientras que en ausencia de iluminación aumentarían el riesgo de siniestro. Lo contrario ocurriría con el color blanco, que es, además, uno de los tonos más económicos y frescos, frente a otros como el negro. Este último absorbe mayor cantidad de rayos de sol, con el consiguiente aumento de temperatura en el interior del vehículo.
Si en porcentajes hablamos según un estudio realizado en la Universidad de Auckland, EN Nueva Zelanda, con respecto al color del automóvil y el tema de la seguridad, pudieron diferenciar en los siguientes resultados las conclusiones obtenidas. El vehículo color plata resultó ser el más seguro, arrojando como resultado un 13%, el de color marrón 70%, el rojo 23%, amarillo 27%, azul 30%, blanco 33% verde 60% y el negro resultó ser el de mayor porcentaje dando como resultado 67%.
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